
Otros nombres del aditivo (sinónimos)
Información general
Sucralosa (aditivo E955) es un edulcorante artificial utilizado en la industria alimentaria como sustituto del azúcar en una variedad de productos.
La sucralosa fue sintetizada por primera vez en 1976 por científicos de la empresa Tate & Lyle en el Reino Unido. Es un derivado de la sacarosa y es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar. La fórmula química de la sucralosa es C12H19Cl3O8.
La reacción química para obtener el aditivo E955 a partir de la sacarosa implica la cloración de tres grupos hidroxilo. Se puede representar de manera simplificada así:
- C12H22O11 + 3Cl2 + 3NaOH → C12H19Cl3O8 + 3NaCl + 3H2O
El aditivo E955 es un polvo cristalino blanco. Es higroscópico, termostable y no es metabolizado por el cuerpo humano.
Efectos sobre el organismo
Beneficios del aditivo E955
La sucralosa no se absorbe en el organismo humano y se excreta sin cambios en las heces y la orina. Esto la hace segura para el consumo en personas con diabetes, ya que no afecta los niveles de glucosa en sangre. Además, la sucralosa no causa caries, ya que no es fermentada por las bacterias orales.
En comparación con el azúcar común, la sucralosa ayuda a reducir la ingesta calórica y puede ser beneficiosa en la gestión de la obesidad y los trastornos metabólicos. Su uso también apoya la salud dental y ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre.
Daños del aditivo E955
A pesar de su reconocida seguridad cuando se consume dentro de los límites establecidos, algunos estudios sugieren posibles riesgos con un consumo excesivo. Por ejemplo, un estudio de 2024 demostró que el consumo de sucralosa puede conducir a disbiosis intestinal, reducción de ácidos grasos de cadena corta y aumento de la permeabilidad intestinal.
Estudios en animales demostraron que la sucralosa agravó significativamente la colitis inducida por sulfato de dextrano sódico, alterando la microbiota intestinal. En el contexto de inflamación crónica, también promovió el crecimiento de tumores colorrectales.
Estudios epidemiológicos indican una posible relación entre el consumo de edulcorantes artificiales, incluida la sucralosa, y un mayor riesgo de síndrome metabólico, diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Un meta-análisis confirmó que una ingesta alta de estos edulcorantes se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, particularmente para la sucralosa.
Al mismo tiempo, basándose en numerosos estudios de seguridad, el Comité Conjunto de Expertos de FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios (JECFA) estableció una ingesta diaria admisible (ADI) para la sucralosa de 0–15 mg/kg de peso corporal. El Comité Científico de la Alimentación (SCF) también fijó la ADI de la sucralosa en 0–15 mg/kg de peso corporal. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) llevó a cabo más de 100 estudios que confirmaron la seguridad de la sucralosa cuando se utiliza como edulcorante.
Por lo tanto, cuando se consume dentro de los límites establecidos, la sucralosa se considera segura para la salud humana. Mientras tanto, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) está actualmente recopilando y analizando nuevos datos para una evaluación de seguridad actualizada de este aditivo.
En 2023, la Organización Mundial de la Salud recomendó limitar el uso de edulcorantes no azucarados, incluida la sucralosa, para el control del peso y la prevención de enfermedades, señalando la falta de beneficios a largo plazo.
Usos
La sucralosa se ha generalizado en la industria alimentaria debido a su combinación única de propiedades: es mucho más dulce que el azúcar, no contiene calorías y no afecta los niveles de glucosa en sangre. A diferencia del aspartamo (aditivo E951), que se degrada al calentarse y no es adecuado para cocinar, la sucralosa es altamente termostable y puede utilizarse en productos horneados, bebidas calientes y productos esterilizados.
En comparación con la sacarina (aditivo E954) y el ciclamato (aditivo E952), el aditivo E955 no tiene un regusto fuerte amargo o metálico, lo que lo hace más atractivo para los fabricantes de bebidas y confitería.
Gracias a estas características, la sucralosa se utiliza en una amplia gama de productos: bebidas carbonatadas y energéticas, chicles, postres lácteos, barras dietéticas, salsas e incluso alimentos enlatados. A menudo se combina con otros edulcorantes, como acesulfame K (aditivo E950), para lograr un sabor más equilibrado y reducir los costos de producción.
Estado legal
La sucralosa está aprobada para su uso en la mayoría de los países del mundo, incluidos la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón.
En la Unión Europea, la sucralosa está autorizada según el Anexo II del Reglamento (UE) Nº 1333/2008 sobre aditivos alimentarios.
En Estados Unidos, la sucralosa ha sido aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) como edulcorante de uso general desde 1999. En Canadá, la sucralosa fue aprobada en 1991, en Australia en 1993, en Nueva Zelanda en 1996 y en Japón en 2001.