
Otros nombres del aditivo (sinónimos)
Información general
Ácido fosfórico (aditivo alimentario E338) es un compuesto inorgánico, un ácido débil triprótico, ampliamente utilizado en la industria alimentaria como regulador de la acidez.
En la naturaleza, el ácido fosfórico prácticamente no se encuentra en forma libre, sino que está presente como fosfatos en minerales del grupo de los apatitos.
La fórmula química del aditivo E338 es H3PO4. En su forma pura, es un cristal higroscópico e incoloro que se funde a temperaturas superiores a 42°C, convirtiéndose en un líquido viscoso y transparente. En la industria alimentaria, el ácido fosfórico se usa como una solución acuosa al 85% — un líquido espeso, incoloro y sin olor.
Los principales métodos de obtención del ácido fosfórico son:
- Reacción de fosfato de calcio con ácido sulfúrico (proceso húmedo):
3H2SO4 + Ca3(PO4)2 = 2H3PO4 + 3CaSO4; - Hidrolisis de pentacloruro de fósforo:
PCl5 + 4H2O = H3PO4 + 5HCl; - Combustión de fósforo blanco seguido de la hidrólisis de su óxido:
P2O5 + 3H2O = 2H3PO4.
Para la industria alimentaria, se utiliza principalmente el método húmedo (ácido sulfúrico), pues es el más rentable y proporciona un producto de calidad alimentaria.
Efectos sobre el organismo
Beneficios del aditivo E338
El ácido fosfórico es una fuente de fósforo — un micronutriente esencial para la formación del tejido óseo y el metabolismo energético normal.
Según la opinión de la EFSA, el ácido fosfórico es seguro cuando se consume dentro de la ingesta diaria admisible (IDA) establecida en 40 mg/kg de peso corporal (calculado en fósforo).
Daños del aditivo E338
El consumo excesivo de ácido fosfórico puede alterar el equilibrio calcio-fósforo, favoreciendo la pérdida de calcio de los huesos y aumentando el riesgo de osteoporosis. Algunos estudios muestran una relación entre el consumo habitual de bebidas con E338 y la disminución de la densidad mineral ósea. Sin embargo, otros estudios no han confirmado esta relación.
El ácido fosfórico contribuye a la desmineralización del esmalte dental, especialmente en combinación con el azúcar, que crea un ambiente favorable para el desarrollo de bacterias cariogénicas. Esto está respaldado por numerosos estudios sobre el efecto de las bebidas carbonatadas que contienen ácido fosfórico en el esmalte dental.
En altas concentraciones y con consumo frecuente, el aditivo E338 puede causar efectos secundarios como:
- desequilibrio ácido-base;
- sobrecarga renal;
- irritación de las mucosas gastrointestinales.
Dado que el ácido fosfórico tiene el mayor contenido de fósforo entre todos los aditivos fosfatados, es importante considerar los riesgos para la salud asociados a los fosfatos en alimentos, incluyendo:
- Hipofosfatemia
Niveles elevados de fosfatos en sangre que alteran el equilibrio mineral y provocan complicaciones. - Calcificación vascular
Depósitos de calcio en las paredes de los vasos sanguíneos que reducen su elasticidad y aumentan el riesgo de aterosclerosis. - Enfermedades cardíacas
El exceso de fosfatos incrementa el riesgo de infartos y insuficiencia cardíaca. - Aumento de la mortalidad
Niveles altos de fosfatos están asociados con mayor mortalidad general. - Alteración del metabolismo calcio-fósforo
El exceso de fósforo reduce la absorción de calcio, favoreciendo su pérdida ósea. - Estrés renal
Los fosfatos aumentan la carga sobre los riñones, especialmente en enfermedades crónicas. - Artrópata
La deposición de cristales de pirofosfato cálcico puede provocar inflamación articular. - Osteoporosis
El desequilibrio entre fósforo y calcio debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. - Aumento del colesterol "malo"
El consumo excesivo de fosfatos está vinculado a niveles elevados de LDL. - Formación de cálculos renales
Los complejos de calcio y fósforo pueden precipitar en los riñones en forma de piedras.
Aunque es evidente que el abuso de productos con el aditivo E338 no es deseable, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha identificado una amenaza directa para la salud cuando se consume dentro de la ingesta diaria admisible establecida.
Usos
En los productos alimentarios, el ácido fosfórico ayuda a regular el equilibrio ácido-base, inhibir el crecimiento de microorganismos patógenos y estabilizar el sabor.
El aditivo E338 es mucho más económico en comparación con otros reguladores de acidez, como el ácido cítrico, por lo que se utiliza ampliamente en bebidas carbonatadas de producción masiva.
Además de las bebidas carbonatadas, el aditivo E338 se utiliza en la industria alimentaria como:
- corrector de sabor y aroma en productos de confitería;
- inhibidor de cristalización en la producción de jarabes de azúcar y leche condensada;
- agente antiaglomerante y estabilizador en mezclas en polvo.
El ácido fosfórico también se emplea en muchas otras áreas:
- en odontología para grabado del esmalte antes de la aplicación de empastes;
- en productos para eliminación de óxido (convertidores de óxido);
- en la industria farmacéutica como excipiente;
- en la industria cosmética y química;
- en electrónica para grabado de circuitos impresos.
Estado legal
El aditivo E338 está incluido en la lista de aditivos alimentarios permitidos en la Unión Europea (Reglamento CE No 1333/2008), donde la ingesta diaria admisible (IDA) está establecida en 40 mg/kg de peso corporal (como fósforo).
En Estados Unidos, el ácido fosfórico está clasificado como GRAS (Generally Recognized As Safe) y está permitido sin límites estrictos de contenido según los estándares de la FDA.
En Ucrania y muchos otros países, el aditivo E338 también está oficialmente autorizado para su uso en productos alimenticios, con el cumplimiento de normas técnicas de aplicación.