E220 – Dióxido de azufre

Aditivo E220

Otros nombres del aditivo (sinónimos)

E 220, E-220, SO2

Información general

Dióxido de azufre (aditivo alimentario E220) es un gas tóxico que se utiliza en la industria alimentaria como conservante.

En la atmósfera, el dióxido de azufre (SO₂) está presente en cantidades muy pequeñas, normalmente por debajo de 1 ppm, y más comúnmente en el rango de 0,1–1 ppb en zonas limpias. Su concentración aumenta significativamente cerca de volcanes y en regiones industriales donde pueden ocurrir emisiones locales.

Los volcanes y las fuentes geotérmicas son la principal fuente natural de dióxido de azufre. Durante las erupciones volcánicas, grandes cantidades de dióxido de azufre son liberadas a la atmósfera. También puede formarse en pantanos y mares durante la descomposición de materia orgánica.

El aditivo E220 se disuelve en agua, formando ácido sulfuroso inestable. Además, el dióxido de azufre es soluble en ácido sulfúrico y etanol. La fórmula química del dióxido de azufre es SO2.

Existen varios métodos para la producción de dióxido de azufre. A escala industrial, se obtiene mediante la combustión de azufre, tostado de sulfuros o la combustión de compuestos orgánicos que contienen azufre (como el sulfuro de hidrógeno).

  • S + O2 → SO2;
  • 4FeS2 + 11O2 → 2Fe2O3 + 8SO2;
  • 2H2S + 3O2 → 2H2O + 2SO2.

Características principales del aditivo alimentario E220:

  • Color – ninguno.
  • Olor – fuerte, característico.
  • Sabor – ninguno.
  • Consistencia – gas.

Efectos sobre el organismo

Daños del aditivo E220

El aditivo E220 es altamente tóxico. La inhalación de gas sulfuroso provoca tos, secreción nasal y asfixia. La exposición prolongada al dióxido de azufre puede causar vómitos, habla incoherente y edema pulmonar agudo.

En personas alérgicas, incluso pequeñas cantidades de dióxido de azufre pueden provocar urticaria, tos, angioedema y dificultad para respirar.

El Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), una organización no gubernamental de defensa del consumidor en Estados Unidos, recomienda que ciertas personas eviten el consumo del aditivo E220, ya que destruye la vitamina B1 y puede provocar reacciones alérgicas graves, especialmente en asmáticos (para quienes el dióxido de azufre es peligroso incluso en concentraciones mínimas de 0,1 mg por kg).

La misma organización señala que los sulfitos, que se forman cuando el dióxido de azufre se disuelve en agua, fueron responsables de al menos doce muertes en la década de 1980 y probablemente de muchas más en décadas anteriores. Los casos mortales estuvieron principalmente relacionados con comidas de restaurante. Los niveles de sulfito en ensaladas y patatas servidas en restaurantes solían ser extremadamente altos porque los trabajadores dejaban las verduras en la solución de sulfito durante demasiado tiempo.

Como resultado de la presión del CSPI, audiencias en el Congreso y la atención de los medios, la FDA prohibió los usos más peligrosos de los sulfitos y exigió el etiquetado en las botellas de vino cuando se utiliza dióxido de azufre. Después de estas medidas, el CSPI no tuvo conocimiento de más casos mortales.

También se debe tener en cuenta que la tolerancia al ácido sulfuroso depende de la acidez del jugo gástrico. Las personas con enfermedades gastrointestinales son más sensibles al dióxido de azufre presente en los productos. Para las personas no sensibles, los sulfitos son menos peligrosos.

El dióxido de azufre no se acumula en el organismo. El aditivo alimentario E220 se oxida rápidamente a sulfato y luego se elimina por la orina. En caso de síntomas de sobredosis de dióxido de azufre, se recomienda beber abundante agua para acelerar la eliminación del aditivo.

En 2024, la EFSA revocó la ingesta diaria admisible temporal (IDA) del aditivo E220 de 0,7 mg de equivalentes de SO2 por kg de peso corporal al día debido a la falta de nuevos datos toxicológicos, y recomendó un enfoque basado en el margen de exposición (MOE). Además, la Comisión Europea recomendó reducir los niveles máximos permitidos de SO₂ en los productos.

Beneficios del aditivo E220

El aditivo no aporta beneficios directos, pero se considera seguro si su contenido en los productos no supera los niveles máximos permitidos.

Usos

El aditivo alimentario E220 se utiliza ampliamente para proteger frutas y verduras del oscurecimiento y descomposición prematuros. El dióxido de azufre se utiliza para fumigar almacenes y depósitos, y se aplica a casi todos los tipos de cítricos para su transporte.

Principales aplicaciones del aditivo alimentario E220:

  • prevención del crecimiento de bacterias y hongos.
  • ralentización del oscurecimiento enzimático de frutas y verduras.
  • prolongación de la vida útil de los productos.

El aditivo alimentario E220 se utiliza en la producción industrial de frutas secas. Mantiene el aspecto colorido de los frutos y previene su descomposición.

Además, el dióxido de azufre se utiliza:

  • en la elaboración de conservas: zumos de frutas y verduras, purés, bebidas – el aditivo ayuda a prolongar su vida útil;
  • en la producción de mermeladas y jaleas;
  • en el procesamiento de carne – el dióxido de azufre se aplica a las materias primas para protegerlas de bacterias de descomposición y mejorar el color del producto.

El dióxido de azufre es un componente importante en la vinificación. El aditivo alimentario E220 se utiliza como antibiótico y antioxidante, protegiendo el vino de la oxidación y el deterioro bacteriano. La acción antimicrobiana del aditivo E220 también ayuda a minimizar la formación de ácidos volátiles en vinos o zumos.

El dióxido de azufre está presente en todos los tipos de vino. La etiqueta “contiene sulfitos” indica que el vino ha sido tratado con dióxido de azufre. El aditivo E220 está presente en el vino en formas libres, combinadas o una combinación de ambas. La cantidad máxima permitida de dióxido de azufre en el vino debe ser de hasta 350 partes por millón, dependiendo del tipo de vino y del país donde se comercialice. Por ejemplo, en la UE este límite es de 160 ppm para vinos tintos y 210 ppm para vinos blancos y rosados.

Estado legal

Como resultado de la presión del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), audiencias en el Congreso y la atención de los medios, la FDA prohibió el uso de sulfitos en muchas áreas de la industria alimentaria en Estados Unidos.

En muchos países existe la obligación de indicar en las etiquetas de vinos y otros productos la utilización de sulfitos.

En Rusia y Ucrania, el aditivo alimentario E220 está incluido en la lista de aditivos permitidos, considerado seguro para la salud siempre que se respeten los niveles máximos de uso.