
Durante las investigaciones se demostró que la ingesta diaria de beta-caroteno en una dosis de alrededor de 30 mg aumenta la probabilidad de padecer cáncer de pulmón y cáncer de próstata en fumadores y personas que trabajan en la industria del asbesto.
Recordemos que el beta-caroteno se usa en la industria alimentaria como aditivo E160a. La dosis diaria recomendada de consumo de beta-caroteno es de 3 mg.
Debido a estos estudios, la Sociedad Americana Contra el Cáncer — American Cancer Society (ACS) — y la organización benéfica británica de investigación contra el cáncer — Cancer Research UK — pidieron que se publiquen en los envases de suplementos biológicamente activos (SBA) que contienen beta-caroteno, advertencias para fumadores sobre el posible aumento del riesgo de cáncer de pulmón debido al consumo de estos suplementos.
El beta-caroteno es un antioxidante y estudios iniciales mostraron que las personas que consumían muchos alimentos ricos en beta-caroteno y otros antioxidantes tenían una menor probabilidad de padecer cáncer.
Sin embargo, dos grandes estudios independientes recientes demostraron que el consumo de beta-caroteno en forma de tabletas en realidad aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en fumadores.
El primer estudio, publicado en 1994 en la revista «The New England Journal of Medicine», contó con la participación de más de 29 mil hombres fumadores en Finlandia. La mitad de los participantes tomó beta-caroteno y la otra mitad un placebo. En el grupo que tomó beta-caroteno se detectó un 18 % más de casos de cáncer de pulmón.
El segundo estudio se llevó a cabo en EE. UU. y fue publicado en la revista del Instituto Nacional del Cáncer — «Journal of the National Cancer Institute» en 1996. Participaron 18 mil hombres y mujeres fumadores. En el grupo que tomó una combinación de beta-caroteno y vitamina A, las tasas de incidencia de cáncer de pulmón fueron un 28 % mayores que en el grupo que no tomó suplementos. También en ese grupo la mortalidad por cáncer fue un 17 % mayor. Debido a la evidencia y el riesgo para la salud, el estudio tuvo que interrumpirse antes de lo previsto.
Estudios posteriores ayudaron a comprender por qué el beta-caroteno aumenta el riesgo de cáncer en fumadores. El beta-caroteno favorece la activación de carcinógenos presentes en el humo del tabaco, que dañan el ADN del organismo. Se sabe que el daño al ADN por carcinógenos es uno de los primeros pasos en el proceso de transformación de una célula sana en una cancerosa.
Por su parte, los fabricantes de suplementos con beta-caroteno natural sostienen que en estos estudios se usó beta-caroteno sintético y que tal vez los resultados serían distintos si se usaran fuentes naturales de caroteno. Existen muchas evidencias en el mundo que demuestran que el consumo de beta-caroteno en forma de suplementos tiene un efecto positivo en el organismo.