Evaluación de las clorofilinas (aditivo alimentario E 140(ii))

Las clorofilinas (aditivo E 140(ii)) se obtienen mediante saponificación de un extracto con disolvente a partir de fuentes como hierba, alfalfa y ortiga, que no pueden considerarse materiales vegetales comestibles ni alimentos para el ser humano.

Las clorofilinas representan alrededor del 90 % de la materia colorante en el aditivo E 140(ii); la parte restante consiste en otros pigmentos, como carotenoides, junto con aceites, grasas y ceras derivados del material de origen.

El Comité de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre Aditivos y Aromatizantes (FAF, EFSA Panel on Food Additives and Flavourings) señaló que el material utilizado en muchos estudios, identificado como “clorofilinas”, era con bastante frecuencia, si no siempre, un complejo de cobre de clorofilinas (aditivo E 141(ii)).

No existen datos sobre absorción, distribución, metabolismo y excreción (ADME) ni sobre la toxicidad de las clorofilinas (E 140(ii)).

Considerando los datos disponibles sobre clorofilas (E 140(i)), el Comité concluyó que las clorofilinas no son metabolitos de las clorofilas en humanos y, debido a sus diferencias en propiedades físico-químicas, no fue posible extrapolar los datos de toxicidad de las clorofilas a las clorofilinas.

El Comité consideró necesario revisar cuidadosamente la definición e identidad del E 140(ii) para caracterizar adecuadamente este aditivo alimentario tal como se comercializa. Esto también permitirá una evaluación correcta de su seguridad cuando estén disponibles estudios relevantes del compuesto al que los consumidores están realmente expuestos.

Considerando la ausencia de datos relevantes sobre ADME y toxicidad, y dado que las clorofilinas (E 140(ii)) no son componentes naturales de la dieta habitual ni metabolitos de las clorofilas en humanos, el Comité concluyó que no es posible evaluar la seguridad de las clorofilinas (E 140(ii)) como aditivos alimentarios.